Pirineos y Picos de Europa: Crónica Día 4.

Martes 18/Mayo: Sort – Pto Bonaigua – Vielha – Pto Portillón – Col d´Peysourde – Col d´Aspin – Col d´Tourmalet – Lourdes – Col du Soulor – Col d´Aubisque – Pto Portalet – Tramacastilla de Tena.

   Al planificar el viaje, la etapa de hoy era la etapa reina con 7 puertos de montaña, entre ellos el Tourmalet (265 km en 4h 50min). 


   Pues bien, cuando partimos de Málaga sabíamos que el Tourmalet estaba cerrado y teníamos la esperanza de encontrarlo abierto a nuestro paso.  No fue así, continuaba cerrado.  Así que, con el Tourmalet cerrado y partiendo desde Sort en lugar de Vielha, la ruta quedaba así (305 km en 5h 34min):

   Ya que nos encontramos en Sort y después del incidente del día anterior con el disco de la VFR, decidimos comprar lotería, pues el lunes no pudimos al encontrarse cerrada la administración. Ésta no abría hasta las 10 de la mañana con lo cual partimos con cierto retraso. Por cierto, la lotería no nos tocó, bastante con la suerte del día anterior.

Aquí el afortunado del día anterior con la Bruja de Sort.


   Comenzamos la ruta por la C-13 dirección al Puerto de la Bonaigua.  Carretera recién asfaltada que discurre paralela al curso del río Noguera Pallaresa.


   La moto va casi bien, salvo cuando frenas que vibra un poco.  Por ello, conduzco con más precaución.  Antes de llegar a Esterri d´Aneu tomamos la C-28 que nos lleva a La Bonaigua. 

   A partir de este punto, el trazado se vuelve más revirado y me cuesta seguir el ritmo de mi hermano con la Varadero ya que no voy cómodo en la moto.

   En la cima del Puerto de la Bonaigua paramos un momento para comprobar el disco de la VFR ya que no me gusta su comportamiento.

   Todo parece correcto pero, aún así, estoy decidido a cambiarlo.  Observando la ruta que nos queda y que dentro de dos días estamos en Bilbao, llamo a Honda Bizkaia, concesionario Honda en Bilbao, y encargo el disco para cambiarlo cuando lleguemos allí.

   Proseguimos la marcha y nos adentramos en el Valle de Aran.

   Descendemos por inclinadas rectas unidas por curvas de 180º donde el asfalto se encuentra en mal estado.  Todo esto, unido a que cada vez que toco el freno, la moto vibra de forma notable, hace que descienda como si llevase un camión, es decir, marchas cortas y usando la retención del motor como freno.


   Un apunte técnico, al llevar la VFR la frenada combinada, si frenas con la maneta del freno delantero o con el pedal del trasero, siempre frena en ambos trenes, pero no lo hace de igual forma.  Con el freno delantero tienes  más potencia de frenado y con el trasero menos.  Cada vez que frenaba con el delantero notaba más las vibraciones procedentes del disco, mientras que si lo hacía con el trasero, los temblores eran menores así que usaba casi siempre el freno trasero, dejando el delantero para caso de emergencia.

   Por suerte, una vez pasado Vaqueira el trazado no era tan exigente con los frenos.

   Atravesamos Escunhau, nuestro destino programado del día anterior, lugar en que se encuentra el Hotel Casa Estampa, donde teníamos reservadas 2 habitaciones.  Quiero dar las gracias por el detalle que tuvo la señora del hotel, que me llamó la noche anterior  y a la cual le comuniqué que no podíamos ir.

   En Vielha, tomamos la N-230.  Aunque tenía bastante combustible le comento a mi hermano que debemos repostar antes de entrar en territorio francés ya que había leído en crónicas de otros compañeros que las gasolineras cerraban a medio día y yo calculaba que más o menos para esa hora estaría en reserva.


   Después de repostar partimos dirección a Bossòst donde tomaremos la N-141 hacia el Port del Portillón (1.320 m).

   Una vez superado el Portillón entramos en territorio francés.  Rodamos ahora por la D618 que nos conduce al Col de Peysourde (1.569 m). La carretera bien asfaltada fluye entre frondosos árboles y grandes cascadas de agua.


   Alcanzada la población de Arreau, ciudad hermanada con la localidad española de Ainsa,  tomamos la D929 para ascender el Col d´Aspin (1.498 m). A partir de este punto el trazado es más estrecho, sinuoso y está peor conservado, aunque las vistas compensan.

   Sobre las 12 del mediodía alcanzamos la cima del Col d´Aspin.

   Llegados a este punto os comentaré dos cosas: La primera de ellas es que, a pesar de la belleza del paisaje podéis observar en la foto anterior que mi hermano y, sobre todo, yo estamos más atentos a la evolución del disco de freno de la VFR que a las vistas.  He de decir que poco a poco se fueron adaptando las pastillas al nuevo (aunque más viejo) disco y cada vez notaba menos vibraciones al frenar.
                    
   El otro punto que os quiero comentar es una curiosidad.  Si observáis la foto notareis que no está el típico cartel de madera indicativo del Col.  Es la segunda vez que nos pasa esto. El año pasado en el Stelvio no estaba el susodicho cartel y ahora aquí.  Sin embargo, he visto fotos de compañeros que han pasado por estos puntos después que nosotros y se han hecho la foto con éstos carteles.  No deja de ser curioso.

   Emprendemos el descenso.

   Pasamos por varias poblaciones hasta que llegamos a Sainte-Marie-de-Campan.  En esta ciudad debíamos seguir dirección al Tourmalet, pero como éste estaba cerrado nos dirigimos a Lourdes por la D935, en primer lugar,  y por la D937 posteriormente.
                                                             
   Esta parte de la ruta se hizo pesada ya que circulamos a una velocidad reducida por el tipo de vía y además cruzamos numeras poblaciones.

   Lourdes sí que estaba prevista en el itinerario ya que nuestra intención era visitar el santuario y comprar algún recuerdo para nuestra madre que le hacía bastante ilusión. 
                                                                                                         
   Llegamos sobre las 14:30h con bastante calor y cansados ya que, hasta este momento llevábamos recorridos 200 km en unas 4 horas y tan solo habíamos parado para repostar y para hacer algunas fotos.  Aquí el gps nos volvió locos y no encontrábamos el santuario.  Casi media hora después alcanzamos el famoso santuario.

   En Lourdes nos encontramos con un gran negocio y cosas tan curiosas como: carril para sillas de ruedas, alquiler de las mismas o carritos tirados por personas.


   Para mí, una persona que define bien a Lourdes es Fabián C. Barrios que se refiere a esta ciudad como el mayor parque de atracciones de la fe cristiana.

   Os preguntaréis quién es Fabián C. Barrios, aquí tenéis una pista: Salí a dar una vuelta. ¿Lo conocéis? Alguno habrá que sepa ya quién es, para los demás deciros que es un aventurero que está dando la vuelta al mundo a lomos de su moto Fefa como él la llama.  Podéis seguirlo en Salí a dar una vuelta.

   Para los que quieran saber a qué se refiere Fabián con el mayor parque de atracciones de la fe cristiana, aquí tenéis el video que realizó Fabián en su día: Video sobre Lourdes.

   Tras las fotos y las compras de rigor decidimos continuar y salir de aquel bullicio.  Son ya las cuatro de la tarde y todavía no hemos almorzado, ni lo haremos.  Nos quedan aún 100 km para llegar a nuestro hotel.

   Salimos de Lourdes por la D821 para enlazar con la D918 en Argelés-Gazost que nos llevaría al Col du Soulour (1.474 m) y al Col d´Aubisque (1.709 m).

   A la salida de Argelés-Gazost nos encontramos con esto:

   ¿Y ahora qué? ¿Nos arriesgamos y continuamos por aquí o buscamos una ruta alternativa? Decidimos no arriesgar y recalculamos la ruta en el gps.  Así pues en lugar de hacer los 90 km en casi dos horas que teníamos previstos, tuvimos que hacer 120 km en aproximadamente 2 horas y media.  Para ello volvimos a Lourdes para tomar la D937, enlazar con la D35 que nos llevaría hasta Louvie-Juzgon donde entramos en la D934 que nos llevaría hasta el Puerto del Portalet.

Este tramo fue especialmente cansino ya que las carreteras secundarias de esta zona no destacan por su calidad: sin arcén, con baches y con asfalto desgastado. Además hacía mucho calor en torno a 27ºC.  Todo esto unido al cansancio acumulado hizo meya en el ánimo de los cuatro.  Prueba de ello es que no hicimos ninguna foto hasta  este punto que nos confirma que hicimos bien en dar el rodeo:

   Por cierto, en toda esta parte del recorrido no encontramos ninguna gasolinera abierta.  Menos mal que repostamos antes de entrar en territorio galo.

   Comenzamos la ascensión del Portalet por su cara francesa.




   Gracias a estos paisajes y al descenso de la temperatura nos aumento el ánimo, a pesar del agotamiento.

   Pronto llegamos a la estación de El Formigal.




    Ya en territorio español rodamos por la A-136 hasta el hotel que teníamos reservado en Tramacastilla de Tena. Esto no es del todo cierto ya que, por un error mío a la hora de grabar la posición del hotel en el gps me confundí y lo marqué al otro lado del embalse de Búbal, con lo cual tuvimos que hacer unos 10 km extras.

   El hotel lo elegí gracias al blog El Nido de Kikili donde leí la crónica de su Transpirenaica.

   Por fin llegamos al hotel sobre las 19:30h tras 336 km y 6h y 28 min de conducción efectiva.... ¡Ah! y sin haber almorzado:

   Una vez registrados, el chaval que regenta el Hotel Mariana nos comenta que en mayo es temporada baja y que la cocina está cerrada pero que va a llamar a los hoteles y restaurantes cercanos por si alguno está abierto.

   Después de una merecida ducha bajamos a la recepción y el chico de la recepción nos da la buena nueva: ha conseguido un restaurante pero está en el pueblo vecino, a 1.5 km.  Después de tanta moto decidimos ir andando.  Ni que decir tiene que la cena nos supo a gloria.

   Aquí os dejo la ruta que efectivamente hicimos este día:

Ver mapa más grande

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