6. Alpen Tour: Crónica. Día 6.

Bellinzona – Aeropuerto de Milán – Puerto de Génova (309 Km).






   Este día iniciamos el regreso: ellas por aire y nosotros por tierra y mar. Pero antes de separarnos en el aeropuerto de Milán nos quedaban 120 km: 60 km bordeando el Lago Maggiore y otros 60 km por carreteras italianas.

   Los primeros 60 km se hicieron eternos. La carretera estaba limitada a 50 km/h, con numerosos radares y cruza todas las poblaciones que se encuentra a orillas del lago. Además el tráfico era intenso, al igual que el calor.

   En los 60 km restantes hasta llegar al aeropuerto tuvimos que cambiar nuestro estilo de conducción de una conducción tranquila y relajada, a una conducción más tensa e incluso defensiva.





   Llegamos al aeropuerto sobre las 14 h. Allí se quedaban Belén y Mari Carmen y nosotros continuamos hasta el puerto de Génova donde cogeríamos el ferry hasta Barcelona.


   Cuando planificamos el viaje pensamos que sería buena idea volver en barco parte del recorrido para así descansar, e incluso adelantar. Pues no fue así. Para ese día tenían programada la salida dos barcos con destino a Barcelona: uno a las 18 h y otro a las 00 h. En el momento de hacer la reserva el primero de ellos estaba completo así que reservamos en el segundo.

   El día anterior a la salida del barco recibimos un mensaje de la naviera diciendo que, por motivos técnicos, se retrasa la salida del barco hasta las 3 de la madrugada. ¡Vaya faena! De todas formas, decidimos ir directamente a Génova para intentar adelantar la partida o bien que nos devolvieran el dinero y seguir el viaje por carretera.

   El tramo entre Milán y Génova lo hicimos por autopista a ritmo alto, aunque más rápido iban los italianos. Como curiosidad comentar que, llegando a Génova la carretera presentaba numerosas curvas rápidas que incitaban a dar gas, aunque no íbamos muy confiados ya que el asfalto no era negro sino que tenía un color ocre que te hacía desconfiar. Pues bien, al llegar a Génova los neumáticos tenían las bolitas de goma típicas cuando entras en circuito: ¡Ese asfalto era como lija!

   A eso de las 17 h estábamos en el puerto de Génova. Hablamos con la naviera y en el barco que salía a las 18 h había plazas para nosotros pero no para las motos. Intentamos entonces que nos reembolsaran el dinero debido al retraso pero no hubo forma. Así que tuvimos que esperar cerca de 9 horas al dichoso barco.


   Después de comprar provisiones para el viaje en barco decidimos dar una vuelta por Génova y buscar algún lugar para cenar.

   Génova no nos gustó nada así que cogimos la carretera de la costa dirección a Savona. A unos 50 km de Génova hallamos un chiringuito parecido a los que se encuentran en la Costa del Sol aunque, en lugar de pescado, servían carne a la brasa y pasta.

   Tras una relajada cena, volvimos al puerto a esperar. Finalmente embarcamos sobre las 2 de la madrugada. En el barco teníamos reservado un camarote para los 3. Menos mal porque estábamos muy cansados.

   Mi gran preocupación eran las motos en la bodega del barco. Estuve un buen rato esperando a ver si las ataban pero me dijeron que lo harían luego. Durante la travesía no se puede bajar a las bodegas así que a sufrir toca. De todas formas les hicimos fotos por si hubiera problemas.












   Os adelanto que no hubo ningún problema y todas llegaron perfectas a Barcelona. En cuanto a nosotros la travesía se nos hizo muy larga y pesada. Como muestra os pongo la velocidad del barco según el gps y la cara que teníamos al llegar a Barcelona al día siguiente a las 21 h.











   Llegamos al hotel reservado en Molins de Rei sobre las 22 h. Ducha, algo de picoteo y a dormir que estamos a 1.000 km de casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario